lunes, 13 de agosto de 2018

Redes sociales y adolescencia: ¿oportunidad o peligro?

Desde su inocencia e ignorancia los adolescentes se registran en las redes sociales sin saber a lo que se arriesgan publicando su intimidad


MADRIDActualizado:
Con el siglo XXI plenamente asumido y con las nuevas tecnologías en todo los ámbitos, ignorar que forman parte de la vida de nuestros jovenes sería poner una venda en los ojos a nuestra realidad social. Las redes sociales son una potente herramienta y un peligro que hay que controlar. Son una ventana al mundo a la que se asoman y lo que se publica se escapa para siempre de control del usuario.
Por ello hay que enseñar a los jóvenes a usarlo con prudencia y dejar que se registren con una edad adecuada. Dos expertos opinan a favor y en contra de la utilización por parte de los adolescentes de estas herramientas.

En contra

Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres, se muestra contrario a la utilización de las redes sociales en exceso, entre otras cosas, porque crean adicción y alejan de la vida real. Hacen que los niños no perciban la realidad tal y como es, sino como la creen en su mundo virtual.
-Ciertamente parece imposible frenar la necesidad del niño preadolescente de estar conectado a sus amigos a través de las Redes Sociales. En la preadolescencia (entre los 10 y los 13 años de edad) el cerebro del niño comienza a experimentar una serie de transformaciones que, en parte tienen que ver con los cambios hormonales que despiertan en su cuerpo.
-No en todos los casos, pero sí en casi todos, y con mayor precocidad en las chicas el deseo de formar parte de un grupo comienza a ser una necesidad biológica, tanto como comer y a veces más incluso que dormir. La preocupación por su aspecto, por gustar al otro sexo, comienza a brotar con fuerza y se convierte en una necesidad y una parte fundamental de su identidad personal y social, que el niño o niña quiere que esté presente en el mundo digital.
-A pesar de todo ello, los padres debemos poner el punto de equilibrio, de sensatez y de responsabilidad en el uso que sus hijos hacen de estas herramientas. Doy muchas charlas en institutos y el grado de adicción por internet y las redes sociales es alto. A simple vista no se nota, porque es difícil diferenciar al niño de 12 años que no se separa de su móvil de su padre o madre que está conectado al whatsapp 16 horas al día; pero las consecuencias están ahí.
-Casi todos los alumnos en la era digital reconocen que su ordenador o dispositivo móvil les roba horas al sueño y al estudio. En un grupo cualquiera de alumnos de instituto son muchos más los que duermen menos de 6 horas al día que los que duermen más de 8 (lo recomendable a estas edades es dormir 9).
-Distintos estudios han puesto de manifiesto que estas tecnologías son adictivas y que aquellos que abusan de ellas experimentan más problemas de concentración, problemas de comportamiento/autocontrol y fracaso escolar.
-Puede que el empuje de la tecnología sea incontestable, pero creo que es importante ayudar a nuestros hijos a ser conscientes de sus riesgos, a saber controlarse y a seguir disfrutando de otras actividades.
-Desde lo que yo sé de cómo se desarrolla el cerebro de un preadolescente y cuales son sus necesidades, sólo puedo recomendar dos cosas. Introducir las redes sociales más tarde que pronto y ofrecer reglas y normas claras que permitan a nuestros hijos ejercer autocontrol y una desintoxicación digital en distintos entornos y momentos del día. El rato en familia debería ser, sin duda uno de ellos.

A favor

Por su parte Fernando García Fernández, profesor del colegio Irabia-Izaga de Pamplona y autor del libro Una familia en el ciberespacio, se muestra más cauto a la hora de defender o defenestrar las redes sociales y aunque asume la invasión a la que estamos sometidos, propone que en las familias se llegue a un pacto entre padres e hijos para su buena utilización.
-Es difícil discutir la afirmación de que Internet y sus servicios -especialmente las Redes Sociales- nos están cambiando. Parafraseando al Dr. Gary Small, autor de El cerebro digital, «la actual eclosión de la tecnología digital no solo está cambiando nuestra forma de vivir y comunicarnos, sino que está alterando, rápida y profundamente nuestro cerebro«; y continua afirmando que «además de influir en cómo pensamos, nos está cambiando la forma de sentir y comportarnos».
-Es cierto que algunos de estos cambios son positivos y ofrecen nuevas oportunidades que no deberíamos desaprovechar en el ámbito de la información, la comunicación, las relaciones humanas, la economía, la educación, etc. Seguro que podríamos poner múltiples ejemplos extraídos de nuestra experiencia diaria.
-Sin embargo, no podemos obviar que su mala utilización puede producir el deterioro de ciertos valores humanos como, por ejemplo, la intimidad, la empatía o la veracidad. También el uso desmedido se relaciona con problemas de rendimiento académico o falta de sueño; y el supuesto anonimato ha permitido que repunte el acoso entre iguales, el llamado ciberbullying.
-Podríamos preguntarnos por qué tienen tanto atractivo para el público adolescente y la respuesta podría ser que, por su naturaleza, las redes sociales en Internet ofrecen espacios interactivos, de socialización, en los que pueden aislarse de los adultos, en los que pueden sentirse diferentes o, incluso, construirse una personalidad a su gusto, mostrándose no como son sino como les gustaría ser.
-Por ello, la única manera de minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades es el establecimiento de una serie de normas o pautas de uso. Siempre que en la historia de la humanidad ha aparecido una nueva tecnología se ha producido una feroz discusión entre partidarios y detractores. Por ejemplo, los primeros automóviles fueron recibidos con vítores, sin embargo, a medida que fue popularizándose su uso y empezaron a aparecer los problemas, aumentaron las voces en su contra. El progreso tecnológico había traído aparejados otros problemas relacionados con la seguridad vial o la contaminación acústica y del aire, que intentamos minimizar cumpliendo una normativa de uso o pagando la correspondiente sanción si nos la saltamos.

-Quizá haya que pensar en una especie de código de circulación en Internet. En el caso de los adolescentes, menores de edad, ese código deberían consensuarlo los padres en el hogar y las autoridades educativas en los colegios y, a mi juicio, debería contener reglas referentes al cuándo, cuánto, cómo y para qué usan esta tecnología.

lunes, 20 de abril de 2015

REGRESAMOS!!!

Buenas tardes.
Hoy 20 de Abril del 2015 nuevamente retomamos nuestro BLOG INSTITUCIONAL con una gran noticia. desde hoy nuestra institución nuevamente cuenta con servicio de INTERNET; aunque es solo de 2 megas y es un servicio limitado, es una oportunidad para que nuestros estudiantes ingresen nuevamente a la conectividad y a la correcta utilización de la información y de las redes sociales. Esperamos un uso adecuado, racional, práctico y productivo de esta nueva herramienta institucional. FELICIDADES.

martes, 23 de septiembre de 2014

HOY 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2014 DESPUES DE CASI UN AÑO NUESTRA INSTITUCION TIENE INTERNET NUEVAMENTE; ESPEREMOS HABER CUANTO DURA.

OCTUBRE 01 DEL 2014




ahora vamos a realizar una actividad con jovenes de grado noveno donde indagaremos sobre su conocimiento a cerca de las TICS y de como estas pueden influenciar sobre el aprendizaje de áreas como Matemáticas, Lenguaje, Sociales, Idiomas. esperamos sus comentarios.


viernes, 15 de marzo de 2013

Cuando la víctima del matoneo es el profesor


Entre el 5 y el 10 por ciento de alumnos insultan o amenazan a sus docentes.

En la sala de cómputo de un colegio oficial de Bogotá, un estudiante de octavo grado de la jornada de la tarde redactó un correo electrónico con el siguiente mensaje para su maestra: “Vieja bruta, HP, váyase”. Al recibirlo, la docente se hizo un manojo de nervios y reportó el caso al rector, pero nunca se halló al responsable.
Su caso no es aislado. Según el Ministerio de Educación, unos 638 docentes hoy están amenazados. Algunas de estas intimidaciones tienen origen en alumnos y padres de familia. (Lea más información sobre el reporte del Ministerio de maestros amenazados en el país).
Se calcula, además, que entre 5 y 10 por ciento de los alumnos insultan, maltratan o amenazan a sus profesores, ya sea porque se les exige disciplina, estudiar más o porque no les pasan la materia. La mayor parte de las agresiones son verbales.
El fenómeno no es exclusivo de Colombia. Según la organización independiente de profesores españoles Anpe, en el 2011 unos 3.352 docentes fueron atendidos por quejas de maltrato. De estas, 17 por ciento eran falsas acusaciones de padres y alumnos; 21 por ciento, por faltas de respeto, y 26 por ciento, acoso y amenazas de los padres.
Según la docente Aura Nelly Daza, miembro de la junta directiva de la Asociación Distrital de Educadores (ADE), las agresiones contra los educadores en Colombia se incrementaron con la expedición del decreto 230 del 2002 –que tuvo vigencia hasta el 2010–, que obligaba a los planteles educativos a no reprobar a más del 5 por ciento de los estudiantes.
“Muchos dicen: ¿Para qué me exige que le entregue trabajo si de todas formas me tiene que pasar?”, afirma Daza.
“El maltrato hacia maestros es más frecuente en colegios que tienen contextos externos como microtráfico, bandas delincuenciales y maltrato intrafamiliar –indica la subsecretaria de calidad y permanencia de la Secretaría de Educación del Distrito (SED), Patricia Buriticá–. Hacemos lo posible por resolver los problemas de disciplina pacíficamente, pero los padres deben ayudarnos y muy pocas veces lo hacen”. (Lea más información sobre el número de docentes amenazados en Bogotá).
A pesar del esfuerzo de los profesores por controlar a sus grupos, muchos padres se desentienden del comportamiento de sus hijos. “Hay quienes vienen de familias muy permisivas –explica el docente e investigador de la Universidad de los Andes Enrique Chaux– y si en sus casas están acostumbrados a hacer lo que quieren, en otros contextos van a sentir que también pueden hacerlo”.
El consumo de alucinógenos es otro de los factores que incrementan este tipo de comportamientos. Y cuando los estudiantes están involucrados en pandillas (en un estudio conducido por Chaux el 20 por ciento de los estudiantes bogotanos confesó pertenecer o haber pertenecido a una), “se sienten con más poder y lo utilizan para amedrentar a los profesores y presionar, por ejemplo, el cambio de notas”, recalca.
También se han visto casos en que estudiantes se unen contra docentes que no tienen suficiente manejo de aula. “Quienes tienen menos experiencia están en mayor riesgo de ser intimidados; en este caso, se considera bullying (matoneo)”, afirma Chaux, para quien los docentes permisivos pueden darles a entender a sus estudiantes que tienen el poder de tratarlos mal. De hecho, en la ley de convivencia escolar aprobada recientemente, también se entiende por acoso escolar la intimidación de estudiantes hacia docentes.
Aunque en el país no existen cifras que muestren la dimensión real de este problema, un informe del Mineducación dice que la indisciplina y rebeldía de los estudiantes adolescentes son un factor que causa estrés y depresión en los maestros, especialmente en las mujeres.
Promover el respeto
Consejos para los maestros
1. Debe tener un estilo democrático y asertivo, en el cual los estudiantes entiendan el sentido de las normas y participen en la definición de las mismas. Deben asegurarse de que estas se cumplan. Hay que intentar hablarles con un tono firme pero calmado.
2. Deben ser consistentes en la aplicación de las normas y en las sanciones. De lo contrario, se envía un mensaje confuso. Es equivocado no hacer nada, reírse o responder con un insulto.
3. Hay que inculcarles a los estudiantes el valor del respeto hacia otros.
4. El manejo de la disciplina en el aula en ningún momento puede llevar al maltrato. Las relaciones en clase son una oportunidad para aprender a convivir en sociedad.
5. Conviene hablar con el estudiante a solas, porque, a veces, los agresores buscan el reconocimiento del grupo.
6. Las mejores sanciones son las reparadoras; es decir, aquellas que dejan una enseñanza.

jueves, 21 de febrero de 2013

LOS CAMBIOS EN NUESTRA INSTITUCIÓN EDUCATIVA


Hace ya mas de un lustro que nuestra institución educativa viene desarrollando cambio significativos tanto en la planta física como en los procesos formativos de nuestros estudiantes; es por eso que desde el área de tecnología e informática y al querer mantener el estilo de las directivas proponiendo cambios que beneficien de forma positiva el quehacer estudiantil hemos querido crear un espacio de libre opinión y participación que redunde en el aprendizaje y la visualización de los medios tecnológicos actuales, por eso damos inicio al BLOG INSTITUCIONAL el cual esperamos que sea utilizado de una forma adecuada para consignar aquí toda la información pertinente a nuestra amada institución educativa.




Esperamos tus aportes como miembro de la FAMILIA INSTITUCIONAL ya que con tus comentarios, sugerencias, criticas y/o aportes podemos contribuir a crear un espacio donde la voz del Estudiante, docente, ex-alumno o miembro de la comunidad educativa sea escuchado; recuerda que los temas de tu interés pueden ser los temas de  gusto  de los demás compañeros.


PRIMERA PROMOCIÓN DE NUESTRA INSTITUCIÓN

Por: Ricardo Andrés Bolaños Vela

Como consecuencia de las mejoras que ha tenido nuestro colegio, obtuvimos nuestra primer promoción en el año 2012, la cual ha sido motivo de gran alegría por partes de las directivas y docentes de la institucion.

¡VAMOS CON ANIMO PARA ADELANTE!

FEBRERO 26 DEL 2013
TECNOLOGÍA E INFORMÁTICA

TALLER Nº1

El siguiente taller debe ser leido en su TOTALIDAD, posteriormente se debe realizar la actividad tal cual como lo indica el enlace, GUARDARLA y enviarla al correo:  carlos,avila,palacio@gmail.com para tal efecto deben seguir el siguiente enlace:
 

Cuando la víctima del matoneo es el profesor

Entre el 5 y el 10 por ciento de alumnos insultan o amenazan a sus docentes.

En la sala de cómputo de un colegio oficial de Bogotá, un estudiante de octavo grado de la jornada de la tarde redactó un correo electrónico con el siguiente mensaje para su maestra: “Vieja bruta, HP, váyase”. Al recibirlo, la docente se hizo un manojo de nervios y reportó el caso al rector, pero nunca se halló al responsable.
Su caso no es aislado. Según el Ministerio de Educación, unos 638 docentes hoy están amenazados. Algunas de estas intimidaciones tienen origen en alumnos y padres de familia. (Lea más información sobre el reporte del Ministerio de maestros amenazados en el país).
Se calcula, además, que entre 5 y 10 por ciento de los alumnos insultan, maltratan o amenazan a sus profesores, ya sea porque se les exige disciplina, estudiar más o porque no les pasan la materia. La mayor parte de las agresiones son verbales.
El fenómeno no es exclusivo de Colombia. Según la organización independiente de profesores españoles Anpe, en el 2011 unos 3.352 docentes fueron atendidos por quejas de maltrato. De estas, 17 por ciento eran falsas acusaciones de padres y alumnos; 21 por ciento, por faltas de respeto, y 26 por ciento, acoso y amenazas de los padres.
Según la docente Aura Nelly Daza, miembro de la junta directiva de la Asociación Distrital de Educadores (ADE), las agresiones contra los educadores en Colombia se incrementaron con la expedición del decreto 230 del 2002 –que tuvo vigencia hasta el 2010–, que obligaba a los planteles educativos a no reprobar a más del 5 por ciento de los estudiantes.
“Muchos dicen: ¿Para qué me exige que le entregue trabajo si de todas formas me tiene que pasar?”, afirma Daza.
“El maltrato hacia maestros es más frecuente en colegios que tienen contextos externos como microtráfico, bandas delincuenciales y maltrato intrafamiliar –indica la subsecretaria de calidad y permanencia de la Secretaría de Educación del Distrito (SED), Patricia Buriticá–. Hacemos lo posible por resolver los problemas de disciplina pacíficamente, pero los padres deben ayudarnos y muy pocas veces lo hacen”. (Lea más información sobre el número de docentes amenazados en Bogotá).
A pesar del esfuerzo de los profesores por controlar a sus grupos, muchos padres se desentienden del comportamiento de sus hijos. “Hay quienes vienen de familias muy permisivas –explica el docente e investigador de la Universidad de los Andes Enrique Chaux– y si en sus casas están acostumbrados a hacer lo que quieren, en otros contextos van a sentir que también pueden hacerlo”.
El consumo de alucinógenos es otro de los factores que incrementan este tipo de comportamientos. Y cuando los estudiantes están involucrados en pandillas (en un estudio conducido por Chaux el 20 por ciento de los estudiantes bogotanos confesó pertenecer o haber pertenecido a una), “se sienten con más poder y lo utilizan para amedrentar a los profesores y presionar, por ejemplo, el cambio de notas”, recalca.
También se han visto casos en que estudiantes se unen contra docentes que no tienen suficiente manejo de aula. “Quienes tienen menos experiencia están en mayor riesgo de ser intimidados; en este caso, se considera bullying (matoneo)”, afirma Chaux, para quien los docentes permisivos pueden darles a entender a sus estudiantes que tienen el poder de tratarlos mal. De hecho, en la ley de convivencia escolar aprobada recientemente, también se entiende por acoso escolar la intimidación de estudiantes hacia docentes.
Aunque en el país no existen cifras que muestren la dimensión real de este problema, un informe del Mineducación dice que la indisciplina y rebeldía de los estudiantes adolescentes son un factor que causa estrés y depresión en los maestros, especialmente en las mujeres.
Promover el respeto
Consejos para los maestros
1. Debe tener un estilo democrático y asertivo, en el cual los estudiantes entiendan el sentido de las normas y participen en la definición de las mismas. Deben asegurarse de que estas se cumplan. Hay que intentar hablarles con un tono firme pero calmado.
2. Deben ser consistentes en la aplicación de las normas y en las sanciones. De lo contrario, se envía un mensaje confuso. Es equivocado no hacer nada, reírse o responder con un insulto.
3. Hay que inculcarles a los estudiantes el valor del respeto hacia otros.
4. El manejo de la disciplina en el aula en ningún momento puede llevar al maltrato. Las relaciones en clase son una oportunidad para aprender a convivir en sociedad.
5. Conviene hablar con el estudiante a solas, porque, a veces, los agresores buscan el reconocimiento del grupo.
6. Las mejores sanciones son las reparadoras; es decir, aquellas que dejan una enseñanza.